Pagar solo por la calefacción que cada uno, propietario o inquilino, consume en su vivienda es una de las razones que ha llevado al Gobierno a aprobar, tras seis años de retraso, la norma que regula la instalación de contadores individuales en edificios con sistemas centralizados. El nuevo decreto, que entró en vigor el 7 de agosto, da un plazo máximo de tres años para adaptarse.
Así, antes de mayo de 2023, 1,4 millones de viviendas tendrán que contar con dispositivos (contadores y repartidores) que midan el consumo en los edificios que tienen calefacción centralizada…